En mi hogar, siempre hubo perros pero mis padres los tenían
en el patio (sí en provincia la gente tiene patios grandes), ellos corrían libremente, aparte tenían mucho
pelo y realmente no podía acariciarlos ¡¡¡ñoñaaa!!!
Comencé a buscar un animal que pudiera compartir departamento
conmigo (SÍ MAMÁ en la Ciudad la gente tiene animales en 60 m2), lo más obvio
era tener un perro o un gato, los gatos me dan mucho más alergia y ¿gatos sin
pelo? deben estar medios feos, así que opté por un perro, aparte ya me había
encariñado con un puddle (te extraño Pelusa) que hace poco tiempo falleció
debido a que le quitaron la matriz.
Estuve buscando en Google “perros sin pelo”, “perros hipoalergénicos”,
me salieron varias razas, la que más me llamó la atención y la que podía
conseguir de forma más sencilla era xoloitzcuintle, un amigo se dedica a criar
perros de esa raza (gracias Dawnnnnnnn) le pedí que me consiguiera una perra
(en mi investigación profunda en Google, “los expertos” recomendaban tener una
perra porque no son tan territoriales – es decir, no me iban a orinar todo el
departamento-).
El Dawn como el gran amigo que es, inmediatamente me dijo –
¡claro, te la regalo!-, al principio no creí de la nobleza de mi GRANNNN
AMIGOOO EL DAWNNNN, pues según Dios Google, decía que eran carísimos y blablabla.
Pasaron algunos meses y luego me arrepentí –se me ocurrió entrar a una maestría
y el trabajo, y… fueron pretextos que me
autoimpuse para no volverme responsable por otro ser, comenzó a darme miedo,
dejarla encerrada y preferí alargar mi deseo por un tiempo más.
Aparte yo achacaba mis ganas de tener una mascota con la
dosis que cada mes me meto de hormonas para no tener hijos, pero un día dije
¡va, me voy a rifar!, le recordé al Dawn que la quería, pasaron unas semanas y
por fin me la consiguió, juro que la primera vez que la vi, aunque estaba toda
chinguiñosa y con vómito, su compañero de jaula no aguanto los bonitos baches
de la ciudá), me enamoré de ella.
Con una pequeña mohicana, pocos pelos en la espalda, dientes
chuecos- como los míos-, ojos expresivos y llenos de miedo, pestañas rizadas, flaca y con acné, me conmovió por
completo y aunque obviamente olía re feo y estábamos en medio de periférico, la
abracé fuertemente y corrí con ella hacía mi trabajo.
…luego sigo escribiendo…digo, tampoco es que mis dos “amigos”
en Facebook que seguramente le den clic vayan a quedarse picados, pero pues
según mis clases de maestría –la gente no lee en internet, escanea textos y
para eso mejor escribo una segunda parte-.
Continuará...