miércoles, 2 de julio de 2014

Oda a Ramona Parte I

Hace un tiempo me dieron ganas de tener una mascota, pero mis alergias no me permitían tener una que no fuera un pez o una tortuga ¡¡¡ñoñaaaa!!! Y la verdad, los peces me dan flojera y un poco de tristeza, las tortugas me gustan, hasta llegue a tener una, Casiopea, se me perdió a los pocos días y eso había sido mi única relación con algo llamado “mascota” (animales de compañía para los ambientalistas).

En mi hogar, siempre hubo perros pero mis padres los tenían en el patio (sí en provincia la gente tiene patios grandes),  ellos corrían libremente, aparte tenían mucho pelo y realmente no podía acariciarlos  ¡¡¡ñoñaaa!!!


Comencé a buscar un animal que pudiera compartir departamento conmigo (SÍ MAMÁ en la Ciudad la gente tiene animales en 60 m2), lo más obvio era tener un perro o un gato, los gatos me dan mucho más alergia y ¿gatos sin pelo? deben estar medios feos, así que opté por un perro, aparte ya me había encariñado con un puddle (te extraño Pelusa) que hace poco tiempo falleció debido a que le quitaron la matriz.


Estuve buscando en Google “perros sin pelo”, “perros hipoalergénicos”, me salieron varias razas, la que más me llamó la atención y la que podía conseguir de forma más sencilla era xoloitzcuintle, un amigo se dedica a criar perros de esa raza (gracias Dawnnnnnnn) le pedí que me consiguiera una perra (en mi investigación profunda en Google, “los expertos” recomendaban tener una perra porque no son tan territoriales – es decir, no me iban a orinar todo el departamento-).


El Dawn como el gran amigo que es, inmediatamente me dijo – ¡claro, te la regalo!-, al principio no creí de la nobleza de mi GRANNNN AMIGOOO EL DAWNNNN, pues según Dios Google, decía que eran carísimos y blablabla. Pasaron algunos meses y luego me arrepentí –se me ocurrió entrar a una maestría y  el trabajo, y… fueron pretextos que me autoimpuse para no volverme responsable por otro ser, comenzó a darme miedo, dejarla encerrada y preferí alargar mi deseo por un tiempo más.  

Aparte yo achacaba mis ganas de tener una mascota con la dosis que cada mes me meto de hormonas para no tener hijos, pero un día dije ¡va, me voy a rifar!, le recordé al Dawn que la quería, pasaron unas semanas y por fin me la consiguió, juro que la primera vez que la vi, aunque estaba toda chinguiñosa y con vómito, su compañero de jaula no aguanto los bonitos baches de la ciudá), me enamoré de ella.


Con una pequeña mohicana, pocos pelos en la espalda, dientes chuecos- como los míos-, ojos expresivos y llenos de miedo, pestañas rizadas, flaca y con acné,  me conmovió por completo y aunque obviamente olía re feo y estábamos en medio de periférico, la abracé fuertemente y corrí con ella hacía mi trabajo.


…luego sigo escribiendo…digo, tampoco es que mis dos “amigos” en Facebook que seguramente le den clic vayan a quedarse picados, pero pues según mis clases de maestría –la gente no lee en internet, escanea textos y para eso mejor escribo una segunda parte-.



Continuará...

No, no me voy a casar ¡qué hueva!

Hace unas semanas anuncié que me iba a casar, la verdad es que ya no creo, no me imagino escribiendo "casada", en vez de soltera ¡qué miedo!

Probablemente algún día, pero por el momento estoy bien con mi estado civil SOLTERA, aunque sigo estando CAZADA.