viernes, 9 de agosto de 2013

¿Lo retro es lo de hoy?


Si consideramos que los 80 y 90 ya pertenecen a lo clásico, según Universal Stereo, que ya pasan mi música favorita.

Entonces podemos admitir que los finales de los 80 e inicio de los 90 están de regreso.
Lo vemos por todas partes desde la política a la moda.

El regreso del PRI, esa política de todo para unos, nada para ustedes. Llegó en el 2012 con una fuerza atroz y rapaz, comandada por Carlos Salinas de Gortari, que aunque nunca se fue ahora regreso con mucha fuerza y muchísimo gel.

La exoneración del hermano incómodo, Raúl Salinas de Gortari es una de las grandes muestras que vemos en esta temporada del regreso de los años 80 y 90.

Su exoneración le permitiría recuperar al menos 36 propiedades, aunque según fuentes del Poder Judicial Federal (PJF) obtenidas por el diario La Jornada,  el hermano incómodo señala que esos bienes inmuebles no son suyos porque no están a su nombre y serán devueltos a sus verdaderos dueños, sus prestanombres.

No debería de extrañarnos que Raulito pronto salga en alguna revista social como ¡Hola! o Quién contando todo lo que él pobre sufrió en prisión y todo lo que tuvo que hacer para salir adelante.

Caro Quintero, el narcotraficante más conocido de México en los años 80, el día de hoy fue puesto en libertad, porque un Tribunal determinó que el capo “no debió ser enjuiciado en el fuero federal por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, crimen cometido en febrero de 1985, en Guadalajara, Jalisco, sino en el fuero común, ya que no se trataba de un diplomático ni de un integrante consular”.

¡Pobre, hasta ahora se dan cuenta y tuvo que estar 28 años en la cárcel mientras que los cárteles se peleaban – pelean- el territorio! Ya veremos cómo pondrá orden.

En la cárcel se encuentra una líder sindical, Elba Esther Gordillo, luego de que durante 24 años se robara millones y millones de dinero del erario público. Justo como en 1989 cuando Joaquín Hernández Galicia, La Quina, fuera detenido y encarcelado por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, que hoy gobierna al estilo de Victoriano Huerta.

Y bueno, la moda. Por todas partes observamos a chicas con camisas oversize, botas militares, faldas de colores y pantaloncillos tipo “Konnan”, el famoso luchador, con estampados divertidos. 

Así que ¡bienvenidos finales de los 80 y  principios de los 90! Yo acabo de nacer. Modelo 87.

¿Voy a ver videos musicales en el canal siete de Nirvana, Soundgarden, Blind Melon, Pearl Jam?

jueves, 1 de agosto de 2013

Lecturas de media noche

Las ideas más interesantes que he tenido han sido de otros, lo más triste es que me doy cuenta demasiado tarde.

Andaba releyendo Trópico de Capricornio y comparando un fragmento con mis notas de hace unos días, me di cuenta que eran muy parecidos, supongo que mi mente absorbió la idea y la hizo tan suya, que en un momento –que creí de lucidez- plagié a Henry Miller.

Una vez, un amigo me dijo que él antes creía que las ideas andaban por ahí sueltas y que uno se topaba de vez en cuando con ellas y las hacía suyas. Ahora yo también lo creo. Ok, no. ¿O habría sido Platón?

Eso me ayudaría a creer un poco más en mí y en la humanidad. Si todos pudiéramos tener las mismas ideas que los grandes, probablemente no seríamos tan tontos.

Aunque Sartre vendría a pegarme unos madrazos por la pendejada que estoy escribiendo –si pudiera hablarme, aunque a pesar de que pudiera no creo que lo hiciera-, que se es escritor no por el hecho de haber elegido ciertas cosas,  sino por la forma en que se han dicho.

Pero bueno, eso me sirvió para darme cuenta que ni siquiera tengo mis propias ideas y mucho menos sé cómo darles forma para que suenen un tanto decentes.
Empero, ya citando a Miller “el significado de un libro radica en que el propio libro desaparezca de la vista, en que se lo mastique vivo, se lo digiera e incorpore al organismo como carne y sangre, que a su vez, crean nuevo espíritu y dan forma al mundo”.

¡Ay, ay la significación! Tan bonitas esas cosas de que el sujeto lee algo, lo apropia a tal punto que el sentido de la obra radica en un proceso complejo (que no estoy apta para explicar) y ¡pum!
 Ese Miller rifaba muy cabrón, mi MAESTRO de la universidad me explicó la experiencia estética en varios trimestres, él en unos renglones la evocó y me hizo comprenderla.

“La noche que me senté a leer a Dostoievski por primera vez fue un acontecimiento en mi vida, más importante incluso que mi primer amor. Fue el primer acto deliberado, consciente, que tuvo sentido para mí; cambio la faz del mundo por completo. Ya no sé si es verdad que el reloj se paró en aquel momento, cuando alcé la vista del primer trago intenso. Fue mi primer vislumbre del alma del hombre, ¿o debería decir que Dostoievski fue el primer hombre que me reveló su alma?” (Miller, 1996)

 A lo largo de mis 26 años creo que he tenido algunas experiencias similares, y créanme las agradezco profundamente, sino las hubiera tenido probablemente estaría todavía más aburrida y triste de lo que ahora estoy.

La primera, fue cuando leí mi primer libro de verdad, Werther de Goethe, me quedé totalmente paralizada al tratar de descifrar el impulso de Werther que lo llevo a suicidarse por amor. Si ahora un puberto anda leyendo esto y también quiere quitarse la vida porque la morra de la secu no le hizo caso, léase antes la obra.

Tenía 12 años y aunque no había sufrido ninguna desventura amorosa, devoré y sentí la angustia y desdicha del pobre joven Goethe*, mi vida a partir de ese instante tuvo otro sentido, fue ahí cuando los libros me atraparon y me llevaron por mejores senderos, hoy en día los libros me acompañan, aunque sea sólo en los micros, comida y en mi habitación. ¡Pinche trabajo que quita un chingo de tiempo! (Señores jefes si ustedes ven esto ignórenlo, me encanta mi trabajo)

 *Parafraseo de un fragmento de La Náusea (libro que lo leyeron porque se los dejaron en la prepa, yo no, porque en mi prepa no dejaban leer nada, y lo leí hasta la universidad. Pena ajena, güey )

*Goethe basó su novela en una desventura amorosa que tuvo cuando era joven. 

miércoles, 31 de julio de 2013

Simular es fingir tener lo que no se tiene


“Disimular es fingir no tener lo que se tiene. Simular es fingir tener lo que no se tiene”. (Baudrillard, 2007)
En mi generación,  todos opinamos, criticamos, juzgamos, ironizamos, somos la generación de la “información”, existe Google, ya no necesitamos más, nadie puede ser tonto. 
Si otras generaciones fueron conocidas por su crítica atroz contra el sistema, la de nosotros es una crítica simulada, creemos, pretendemos decirlo todo con nada.
Todos somos artistas, filósofos, artesanos, ambientalistas, activistas, ideólogos, fotógrafos, cineastas y hasta comediantes, claro, de sofá y desde la computadora.
La clara muestra de lo que digo, es que seguramente alguien está pensando o escribiendo exactamente lo mismo que yo.
Nos hemos reproducido hasta el cansancio con discursos chaquetos que ahora todos hemos absorbido.
Parece que la autenticidad y originalidad murió con el siglo XX, somos la repetición constante de todos nuestros antepasados.
Ahora, inventamos cosas como el pos-pos-pos de alguna vanguardia extinta que resurge entre las cenizas más a huevo que por pretender modificar algo en este entorno.

En esta época todos sabemos poquito de algo, y si no lo buscamos y compartimos en alguna red social, mejor si es Twitter, o alguna nueva que no conozco, porque Facebook, esa ya paso de moda, güey.

No me confundan con una hipster o esas palabras que nos inventamos y no tienen algún  significado, al contrario, escribo desde el nosotros, no como en la Selva Lacandona porque me sienta parte de la comunidad, sino porque odio ser parte de ella, porque soy una reproducción constante, no propongo absolutamente nada y me deprimo.

Probablemente, porque no pertenecí a ninguna generación, nací en una que se extinguió con el cambio de siglo.

**************************

Redes sociales.

Vemos a todos estos grandes analistas y hasta nuestras tías destacando lo democratizador y liberador de las redes sociales, porque muestran el poder del individuo, se escuchan a las mayorías silenciosas, pero muy en el fondo sabemos que sólo es una gran mercadotecnia.

Sólo estamos creando segmentos específicos, por gustos, intereses, actividades, para poder comprar ropa y accesorios más bonitos.

Triste nuestra realidad, porque la hemos aprehendido y nos hemos quedado mudos, sin fuerzas, sin sentido.

Compartimos memes, denunciamos a políticos, funcionarios que denigran gente, y creemos que es un gran paso para avanzar ¿Pero hacia dónde?

Ya no tenemos ideologías. Ahora todos somos una mezcla. 
Antes, creía que todos teníamos que estar en un punto medio para poder criticar ambas partes y estar conscientes de los lados oscuros, ahora veo que medio informarme, medio leer, medio hacer algo, no funciona absolutamente para nada.
Hemos encontrado un punto de conformismo tan abismal que el señor Freud se regocijaría y nos encontraría totalmente banales y superficiales. “El hombre civilizado ha trocado una parte de posible felicidad por una parte de seguridad” (Freud, 2004)
Este texto obviamente no tiene conclusión, no existe tal. 

Así de triste estoy.

Conociendo a Wen...

Este blog es como cualquier otro, no propone ni dice nada nuevo.

Es un ejercicio mental de las cosas que voy pensando, juzgando y sintiendo.

No me malinterpreten, trato de hacer algo, aunque se parezca a todo lo que todos hacen.

Soy como todos ustedes.

Soy tan mediana que mi descripción física sería estatura promedio (enana en otros países, promedio en México), ojos ni grandes ni pequeños, boca regular, nariz recta, ni gorda ni flaca, ni fea ni bonita.
Mi descripción general aún es peor: medio bruta, medio lista, media jodida, medio interesante medio aburrida, medio que intenta algo.

Así que si usted quiere perder el tiempo, puede leer esto o mejor leer un buen libro escrito antes del 2000.