No soy una señora. Me repetía cada vez que alguien osaba llamarme
así. En mi inconsciente y consciente señora estaba inherentemente relacionada
con dependiente económica del esposo, agenda sujeta a las actividades de los
hijos y el marido, salir cada vez que se pueda con amigas no amigos, porque una
mujer casada ya no puede salir con otro hombre que no sea su amado esposo, los
temas que se tocan en esas breves charlas de café son los hijos, el marido y la
vida de otros.
Todo lo anterior lo veía como algo negativo y ofensivo. Como
si señora significará sólo estar sujeta a otros, olvidarse del yo y
concentrarse en los roles de género establecidos.
Hasta hace poco entendí bien que existen diferentes formas
de ejercer tu feminidad. La palabra señora no es algo negativo y no está
relacionado solamente en función del otro.
Hice el ejercicio de buscar la palabra señora en la RAE:
1.
Adj. Que es dueño de algo; que tiene dominio y
propiedad en ello.
2.
Persona respetable que ya no es joven.
3.
Mujer que por sí posee un señorío.
4.
Mujer del señor.
5.
Mujer o esposa.
Sin duda, la 4 “mujer del señor”, era la idea que tenía de
señora. Pero señora también es un ser responsable, independiente, libre y sí
adulta.
La adultez siempre me atormentó. Eso de elegir una vida, un
empleo, una carrera, una familia, un televisor, una lavadora, un coche, pagar
hipoteca. Era como mandar al diablo todo en lo que creía mi espíritu adolescente.
Pero a mis 28 años elegí todoooooooo eso. Mi olor de
espíritu adolescente no se esfumó se transformó. El sistema me atrapó. No me
arrepiento. Soy una señora independiente económicamente, vivo con mi novio con
el que comparto todos los gastos a la mitad; salgo con mis amigos y amigas cada
vez que quiero; trabajo en una redacción más de 8 horas diarias, tengo una
perra, mis temas de conversación son mi novio y mi perra, pero también sobre lo
que interpreto de los libros, las películas e incluso las series de televisión,
la vida cotidiana, la política, economía… y claro de otras personas.
Señora es una adulta que toma sus propias decisiones. Ya
sea, elegir un esposo y depender económicamente de él, cuidar a los niños,
hacer labores de casa o no casarse, ejercer una profesión u oficio, no tener hijos.
Ser lo que uno desee ser. Respetando cualquier forma de vida y estar consciente
de sus consecuencias.
Así que Wendy del pasado, eres una ignorante. Señora no es
un insulto. Es ser adulta. Y ser adulta no es tan malo en quincena.
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