Por Wendy Garrido Granada
La compra de
importantes periódicos por parte de empresas tecnológicas, como el famoso caso
de The Washington Post adquirido por
el magnate y fundador de Amazon, Jeff Bezos, o la cancelación parcial de la versión impresa del periódico
The Guardian en el 2012 han sido
fenómenos que llevan a preguntarse ¿cuáles son las causas de la crisis
financiera en la prensa escrita tradicional?
Una de las causas más destacadas, es que el periodismo
tradicional requiere mucha mayor inversión económica en su infraestructura,
principalmente en las etapas de valor, tercera y cuarta, que refiere a la “reproducción y entrega de contenido, por
lo general tratado por departamentos técnicos”. (Van der Wurff, 2012:232)
La prensa escrita
exige de grandes y costosas máquinas impresoras, papel, personal técnico y
administrativo, diseñadores, paginadores, repartidores, transportistas, distribuidores. A diferencia del periodismo
digital, que en su reproducción y entrega de contenido, interviene procesos y
plataformas muchas veces gratuitas, por ejemplo, en el caso de la distribución,
el uso de redes sociales y optimización en buscadores que simplifica y reduce
los costos de inversión.
La gran mayoría de periódicos
impresos (sino es que todos) tienen su versión digital lo que permite
contrarrestar y obtener ganancias de otras fuentes, luego de la crisis
financiera generalizada en la mayoría de sectores. Empero, esto también ha
provocado que gran parte de las inversiones millonarias se hagan en la
industria digital, pues apuestan a los nuevos modelos de comunicación, y
retiran inversiones a la prensa tradicional.
Como el caso del famoso
periódico londinense, The Guardian, que le dijo por un tiempo adiós al papel e
invirtió y aposto a sus versiones digitales.
El auge del
periodismo digital no sólo se limita a los costos de producción, también amplía
y revoluciona los procesos en los medios de comunicación; la prensa escrita
utiliza un modelo simple y unidireccional, el emisor, mensaje y receptor se
encuentran bien establecidos, sin embargo, la tecnología ha permitido
transformar este modelo tradicional y generar una experiencia de
bidireccionalidad e interactividad con los usuarios, los medios y los mensajes.
En este contexto,
el periodismo digital ha contribuido a que los lectores se conviertan en
usuarios-lectores-prosumidores-, creando un tipo de publicidad radical,
segmentada y personalizada que ha provocado que grandes compañías decidan
invertir en estos nuevos medios e
inherentemente afectando a la prensa tradicional.
Otro punto
fundamental es que la publicidad en el periodismo digital es mucho más barata,
y focalizada, el trayecto de los usuarios, sus gustos e intereses pueden
conocerse a través de herramientas especializadas y muchas veces gratuitas
–Google Analytics- sin tener que invertir y gastar en estudios de mercado, lo
que provoca que se generen especialistas y profesionales en publicidad
totalmente digital, que sin duda, son mucho más económicos que agencias de
publicidad tradicionales que cuentan con mucho más personal y sus tarifas son
por lo tanto mayores.
A pesar de que
estudios comprueban y señalan que aún los medios tradicionales venden más,
porque probablemente se vive en un proceso de transición, en que los paradigmas
se encuentran transformándose y aún existe miedo por una total apertura de los
grandes inversionistas, seguramente por los antecedentes del famoso estallido de la burbuja de los puntocom.
Como lo explica
claramente Grueskin (2011), “(l)as plataformas digitales ofrecen maneras para
construir más rápidamente audiencias con menores costos de comercialización que
en los medios de comunicación tradicionales. Y el cambio de móvil ofrece a las
organizaciones de noticias más oportunidades para el contenido específico y la
publicidad. Pero el aumento de la audiencia no siempre conducen a ganancias
proporcionales; en otras palabras, más personas pueden ver un sitio, pero eso
no significa que los ingresos se incrementen al mismo o mayor grado”.
Sin embargo, la
tendencia es fortalecer la industria digital y dejar del lado los medios
impresos.
Otra de las razones
fundamentales es que la prensa escrita ha querido competir –con sus recursos y
formatos limitados- contra la interactividad, elementos multimedia,
infografías, gráficos animados, todo una propuesta fresca, entretenida, amplía
y sumamente visual, en una sociedad en que la imagen y el movimiento han sido
puntos de partida para entenderse y significarse.
La prensa
tradicional debe recuperarse del golpe digital, no compitiendo por las notas
del día, sino cambiando su paradigma y apostando por el periodismo de
investigación, crítico y analítico de los hechos sociales, que en el periodismo
digital todavía se encuentra en construcción y aún pelea la guerra contra la
velocidad, la inmediatez y la inmadurez de los profesionales que aún utilizan
la prueba y el error como metodología para proponer.
Se debe de ver al
papel como un instrumento para contar historias mucho más complejas que notas
de agencias, del día o efímeras, de esta forma la prensa escrita podrá resurgir
de entre las cenizas con una nueva postura ante la vida de lo inmediato y
fugaz.
Fuentes consultadas.
Campos Freire, Francisco. (2010). Las empresas de medios de
comunicación revisan y amplían sus modelos de negocio. Razón y Palabra,
Noviembre.
Rojo Villada, Pedro Antonio. (2005). La prensa en
la Era Digital. Estrategias periodísticas para fidelizar a los lectores y
generar nuevas fuentes de ingresos a lo largo de toda la cadena de valor. Revista Latina de Comunicación
Social, enero-junio.
Van der
Wurff, R. (2012). The Economics of Online Journalism. In E. Siapera &
A. Veglis (Eds.), The Handbook of Global Online Journalism(pp.
231–250). Wiley-Blackwell.
Grueskin, B.,
Seave, A., & Graves, L. (2011). News From Everywhere: The Economics of
Digital Journalism. In The story so far. (pp. 7-20). Columbia
University Press.
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